Black Metal I

Oysten (Oysten Aarseth, tambien conocido como Euronymous) quería convertir la escena black escandinava en la nueva sensación underground, que acabara de una vez por todas con la esclerotizada escena death. Y uno de los primeros pasos fue imponer el “Corpsepaint” (una fusión estilística entre Kiss, King Diamond y Alice Cooper) como seña de identidad estética, para diferenciarse de todas las bandas de death metal que dominaban el panorama metálico por aquel entonces; y al mismo tiempo le dio a todo un envoltorio ideológico que se movía entre el satanismo y la misantropía. Habría que matizar que el satanismo propuesto por Oysten se declaraba contrario a las tesis mantenidas por la famosa iglesia de Satán de Anton La Vey, ya que no pretendía formar ningún culto ni nada parecido. Sino que más bien se trataba de entregarse de forma catártica a todo lo considerado malvado o inaceptable por una sociedad fuertemente enraizada en las tesis judeocristianas. Las declaraciones de Euronymous por aquella época parecían más bien sacadas de las chocantes entrevistas de Whitehouse (uno de sus miembros Peter Sotos es fan de estas bandas) que de cualquier banda metálica del momento. En ellas se hacía apología del maltrato físico a menores y enfermos mentales, de las matanzas en masa de Pol Pot (al Oysten militante de las juventudes comunistas noruegas parecía que le encantaba gastar ese tipo de bromas), forzando así la credulidad del receptor; y cómo no, se apropiaban de multitud de referencias pertenecientes a la antigua cultura pagana noruega. Todo lo que envolvía a la banda era tan misterioso como perturbador, todo calculadamente epatante.


Extraido de Chilena Comando nº2, Iván López Navarro.